Compromís aumenta impuestos a bancos, propiedades de la Iglesia y grandes superficies

Los gestos y los símbolos representaron sus primeros pasos al frente del Ayuntamiento de Gobierno. Pero esta mañana el alcalde de Valencia, Joan Ribó, se ha decidido a pasar a la acción con una reforma completa de los impuestos municipales. Acompañado del concejal de Hacienda, Ramón Vilar, el primer edil ha desvelado los grandes cambios que se producirán en las ordenanzas fiscales de la ciudad de Valencia a partir del año que viene. Como base se congelarán todos los impuestos. De hecho, se reducirá el coeficiente del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que pasará del 0,886 al 0,806%, para compensar la subida del 10% que ordena el Gobierno central. «De esta manera, los vecinos de Valencia no notarán diferencia alguna con respecto al recibo del año pasado», avanzó el alcalde.

Con respecto al IBI, se introducirá un coeficiente más alto (1,10%) a aquellos inmuebles con un alto valor catastral y que estén destinados a actividades no residenciales, sanitarias, culturales o de beneficiencia. Es decir, que se gravará la presión fiscal sobre hoteles, comercios, edificios singulares, deportivos, de ocio e incluso religiosos. En este sentido, sin embargo, el alcalde explicó que no se gravarán a los edificios dedicados al culto sino aquellos propiedad de la Iglesia que tienen otro uso. Un ejemplo podría ser la Universidad Católica, que está exenta del IBI por ser propiedad del Arzobispado de Valencia. Vilar, por su parte, aclaró que, de momento, no se podrá cobrar el impuesto como consecuencia de la Ley de Mecenazgo. A este respecto, Ribó avanzó que el importe que no se cobre se reclamará posteriormente al Estado. En total, el consistorio prevé ingresar 12 millones extra en la matrícula del IBI de 2016. Los Bienes Inmuebles de Características Especiales como el Puerto de Valencia también estarán sujetos a un tipo del 1,10%.

Como gran novedad, el equipo de Gobierno prevé una serie de bonificaciones en el IBI en atención a dos conceptos, las energías renovables y la rehabilitación. En el primer caso, aquellos edificios con un sistema de aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía proveniente del sol se beneficiarán de una reducción del impuesto del 50% durante los tres periodos impositivos tras la finalización de su instalación. Con respecto a la rehabilitación, el Ayuntamiento ofrecerá un 90% de bonificación a las viviendas que se rehabiliten en toda la ciudad.

El impuesto de circulación también sufrirá una modificación sustanciosa. La nueva ordenanza fiscal incrementará el tipo impositivo a aquellos vehículos con más caballos tanto en lo que respecta a los coches como a las motocicletas. Los vehículos eléctricos o híbridos tendrán una bonificación del 75% y aquellos que usen gasolina sin plomo, un 30% los tres primeros años.

En el IAE también se incorporará una nueva zona y que se ciñe específicamente el BIC del Cabanyal. En este ámbito el coeficiente a aplicar será del 0,60% y estarán excluidas actividades del transporte, la banca y los seguros.

La tasa de actividades cinematográficas tendrá, por su parte, una bonificación del 100% en toda la ciudad siempre que se impulsen los valores culturales de la ciudad. La intención, explicó el alcalde, es alimentar la proyección de estas artes en la ciudad y el negocio que generan.

Las entidades bancarias también tendrán que afrontar una subida tributaria. De hecho, el consistorio incrementará un 33% la tasa a los cajeros que comenzó a aplicarse hace tres años. «No se ha revisado desde entonces y es lo que hacemos ahora», aclaró el alcalde.

Fuente: El Mundo