Los universitarios estallan: «mi matrícula me ha costado 2.200 euros»

El final de la carrera es un periodo estresante para el alumno, en lo académico y en lo económico. El ministro de Educación, Méndez de Vigo ha anunciado que se aprobará este viernes el real decreto de ayudas y becas generalesal estudio para el curso 2017-2018, que mantiene los mismos umbrales de renta, los mismos componentes y los mismos requisitos académicos del curso que acaba de terminar. De este modo, la exigencia de un 5,5 para acceder a la gratuidad de la matrícula y de un 6,5 para percibir y mantener las ayudas económicas seguirá vigente.

Los criterios para conseguir beca siguen por tanto igual de exigentes pese a las reiteradas protestas de rectores y estudiantes.  En marzo sindicatos y grupos estudiantiles organizaron una huelga general que aglutinaba a profesores, alumnos y padres, siendo la tercera de estas características durante el mandato del PP. La marcha matinal de la capital reunió a un millar de estudiantes –10.000, según el Sindicato de Estudiantes y 1.000, según la Delegación del Gobierno en Madrid- que también protestaban contra el ‘decreto 3+2’.

Los alumnos de último curso los más preocupados

Hoy empieza el plazo para la matriculación en algunas universidades y algunos alumnos han mostrado su indignación por los precios de la matrícula, especialmente en último curso, cuando los estudiantes deben finalizar las prácticas externas y los trabajos de fin de grado.

Teinteresa.es ha preguntado a algunos de estos estudiantes que hoy han formalizado su matrícula en la Universidad Rey Juan Carlos. José es un estudiante del doble grado de Derecho y Periodismo y ha dejado claro que la situación es dificil. “Mi matrícula de último año ha sido de 2.200 euros”. Declara que los alumnos ven muchos trámites absurdos y cobros innecesarios que no ayudan, sobre todo para las prácticas externas, obligatorio para terminar la carrera. “Un crédito vale 23,09 euros. Sólo en concepto de “prácticas externas” me obligan a matricular 24 créditos. Eso significa que por hacer prácticas externas no remuneradas en la mayoría de casos tengo que pagar 550 euros. No es sólo que trabajo sin cobrar, es que trabajo y pago por ello”. José cuenta que resulta muy dificil encontrar prácticas remuneradas. La universidad proporciona un portal, pero la mayoría de las ofertas no ofrecen lo que llaman «ayuda al estudio». «Si tienes suerte, puede que te den 300 euros al mes. Pero es raro».

«Hay detalles que te hacen pensar que la universidad es un negocio»

Carlos es un estudiante de Economía y Periodismo y también ha formalizado hoy su última matrícula, un estudiante de Economía y Periodismo. “Es absurdo que cobren 6 euros por trámites de secretaría porque el trámite es completamente virtual. Son esos detalles que te hacen pensar que la universidad es un negocio”. Su matrícula en el último curso ha sido de 1500 euros y ahora se encuentra en Madrid realizando prácticas no remuneradas.

Recibe una beca que le cubre el precio de la matrícula, pero aun así su situación no es cómoda. “Tengo que pagar mi piso en Valdebernardo durante todo el año, el transporte y los gastos diarios. Estoy trabajando sin cobrar y no me puedo permitir suspender ninguna asignatura, pues el precio de matrícula se dobla y me pueden quitar la beca”. De aprobarse el nuevo decreto, la media de Carlos no podría bajar de 5,5 si consigue aprobar todo, y del 6,5 si suspende alguna asignatura.

El estudiante denuncia la presión que se tiene cuando te juegas todo a un solo examen. “Muchas asignaturas dependen de un solo examen, pero no estás concentrado en aprender. Estás centrado en aprobar para que no te quiten la ayuda”.

Carlos se muestra especialmente preocupado con el final de la carrera.  “Tengo que acabar mis trabajos de fin de grado, que también tengo que pagar pues computan como más créditos. Y cuando termine tendré que empezar a pensar en pagar un máster, porque sino es imposible que te contraten. En definitiva, es una situación muy estresante”.

 

A la cola en Europa en ayudas a los estudiantes

 La sección de enseñanza de CCOO denunció el año pasado la difícil situación de los alumnos españoles en un informe que comparaba España con el resto de Europa en cuestiones de ayudas a los estudiantes. El documento reflejaba la enorme brecha entre las matrículas españolas y el resto de matrículas europeas. Según CCOO, el precio medio de la matrícula en España ronda los 1500 euros. Países como Alemania, Republica Checa, Austria, Polonia, Noruega, Escocia, Grecia, Malta, Suecia, Finlandia o Dinamarca disfrutan de matrículas de entre 0 y 100 euros.

El sistema de becas no sirve para cubrir la brecha. En España la ayuda al universitario tiene una cuantía fija de 1500 euros más el pago de matrícula si recibes la beca completa, con una cuantía variable que depende de la renta y la nota media que puede elevar la beca a un máximo de 4500. No obstante, según el informe de CCOO, sólo un 29% de los estudiantes universitarios reciben dichas ayudas.

También denuncian que en dieciséis de los países los padres se desgravan fiscalmente por cada hijo universitario (en la mayoría de los países hasta que el estudiante cumple 25 años). Sólo 4 países europeos no tienen ni préstamos estatales, ni beneficios fiscales a las familias ni las ayudas específicas para familias con estudiantes universitarios: Bosnia, Croacia, Rumanía, y España.