El BCE cierra las fronteras y convierte Cataluña en un estado policial

El tratado de Schengen, que responde de la libre circulación de los ciudadanos de la UE, ha quedado suspendido temporalmente en la frontera entre España y Francia por Catalunya para evitar que la entrada de activistas y manifestantes a Barcelona entorpezca la cumbre del Banco Central Europeo (BCE), que tendrá lugar el día 3 de mayo en esa ciudad. La detención del tratado se ha iniciado hoy, 28 de abril, y no finalizará hasta el viernes 4 de mayo.
El comisario del Cuerpo Nacional de Policía y coordinador de Fronteras terrestres de Girona, Jesús María Gómez, ha explicado que el objetivo es «poder detectar aquellos elementos susceptibles de pertenecer a movimientos antisistema o gente que pueda promover disturbios o actuar en contra de la seguridad». Para ello están parando a ciudadanos corrientes y turistas  de manera aleatoria y sin un perfil claro  en los pasos fronterizos por carretera, como el de la Jonquera (Girona), donde los agentes de seguridad han parado al azar vehículos para registrarlos, causando grandes colas y retenciones de la circulación, y donde dicen disponer de medios informáticos para «detectar a personas que se mueven en el mundo de la algarada».

Los pasos de La Jonquera, Port Bou, Puigcerdá, Camprodon, Les y Canfranc también están bajo el control del Ministerio del Interior, que ha desplegado efectivos de los cuerpos de seguridad en algunas estaciones de tren de Barcelona, como en la Estació de França, donde se está controlando en especial la llegada de trenes procedentes de Milán, Zurich y París. En el aeropuerto de El Prat de Llobregat (Barcelona) se han implantado frecuentes controles de seguridad, donde los viajeros deben enseñar su documentación, al igual que en el aeropuerto de Girona, poniendo de manifiesto el poder opresivo que el BCE europeo despliega y la importancia de esta reunión, recortando para ello  las libertades de lo ciudadanos, tanto de los españoles como de los turistas europeos.

La razón de todos estos  controles es, según  el subdelegado del Gobierno central en Girona, garantizar la imagen que España «debe proyectar a toda Europa». También  asegura que «el cierre del espacio Schengen pretende preservar la seguridad de la cumbre”.

Sobre las inspecciones de los vehículos, el comisario ha incidido en que estas se hacen para «ver qué tipo de objetos llevan», restringiendo el derecho a la intimidad de las personas que visitan nuestro país, y que «se levantan actas de incautación de los objetos peligrosos».

El texto del acuerdo de Schengen establece que la libre circulación de personas por la Europa sin fronteras puede interrumpirse temporalmente en el caso de que se dé «una seria amenaza al orden público o a la seguridad interior». Desde que entró en vigor la petición unilateral de alguno de sus miembros, el acuerdo se ha interrumpido momentáneamente en algunas ocasiones.