Los padres del Luis Vives alertaron ocho veces desde 2010 del mal estado del centro

La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio de infantil y primaria Luis Vives de la calle Cuenca, donde en la madrugada del jueves al viernes se derrumbaron 10 metros cuadrados de techo que obligaron a cerrar cuatro aulas de primaria, informó ayer de que desde 2010 ha enviado ocho escritos tanto a la Conselleria de Educación como al Ayuntamiento de Valencia en los que reclamaba «actuaciones integrales y urgentes» en el colegio, tal como aseguró ayer el presidente del AMPA, Félix Crespo.


«No es cierto que el accidente no pudiera preverse», señaló el presidente, que indicó que ya en mayo de 2010 remitieron a la Secretaría Autonómica de Educación «un informe técnico sobre el estado de conservación del edificio que alberga el colegio realizado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València (UPV)». El documento alertaba de fallos de seguridad estructural, falta de seguridad en caso de incendio -«el edificio no se adapta a la normativa vigente», dice el escrito- y falta de seguridad de utilización en la instalación eléctrica y el cableado. En este último punto, los expertos de la UPV ya hacían hincapié en «fisuras en los falsos techos que podían provocar desprendimientos». Además, la UPV indicaba que había problemas de accesibilidad, de salubridad y de protección contra el ruido -el colegio se encuentra muy cerca de las grandes vías-, así como deficiencias en el aislamiento térmico del edificio.

Ese documento no recibió respuesta, y cinco meses después, en octubre, el AMPA presentó al Ayuntamiento de Valencia, encargado del mantenimiento de los colegios públicos, «una solicitud de rehabilitación integral atendiendo a las deficiencias que ponían en peligro la seguridad de los docentes y el alumnado», según indicó ayer Crespo, que señaló que en enero y septiembre de 2011 repitieron la petición. Además, enviaron «en los mismos términos» y en los meses de mayo y octubre de 2010 y mayo de 2011 solicitudes de actuación la Conselleria de Educación.

En noviembre de 2011, el AMPA encargó un nuevo informe técnico a la UPV, esta vez sobre el estado de conservación de la cubierta del edificio. «El texto ponía de manifiesto la importante degradación que presentaban algunos elementos estructurales de madera de la cubierta, incluidos elementos principales como cerchas, debido al ataque de las termitas», indicó ayer el AMPA, que señaló que algunos de estos elementos «habían caído, quedando sus restos sobre el falso techo de escayola de las aulas, lo que provocó el desprendimiento de ladrillos del tablero cerámico que descarga en ellos y la excesiva curvatura del mismo».


«Sin normalidad en las clases

«La normalidad de nuestro colegio se ha visto alterada porque tenemos toda la planta superior precintada, por lo que no podemos permitir que se diga que las clases se reanudarán con normalidad», indicó el AMPA. De hecho, tal como señaló la entidad, «se ha tenido que reubicar a varios grupos de alumnos en espacios no destinados a la impartición de clases, y la alternativa a ello es la ubicación de barracones en el patio del colegio».

Crespo aseguró que es «increíble» que después de haber detectado «un grave ataque por termitas en la estructura del edificio», en diez años «no se ha realizado ninguna inspección posterior»: «Ha tenido que ser el AMPA la que asuma dicha actuación». Los padres del Luis Vives, además, avisaron ayer de que si la administración no reacciona «de forma rápida y eficaz», emprendería «medidas oportunas para reclamar los derechos que como ciudadanos debemos exigir».

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