La Generalitat de Valencia subvenciona que organizaciones neo-nazis se ocupen de menores en riesgo de exclusión

—— Me llevo un pincho. Voy a hacer pupa (…). Hay que darles bien. Dejarlos mareados.

Pedro Cuevas, El Ventosa, presumía así en agosto de 2005 de participar en cacerías humanas. Sus presas eran “moros” y “guarros”. O, lo que es lo mismo: inmigrantes, antifascistas, gitanos y Latin Kings. Cuevas frecuentó los cenáculos ultras desde adolescente. Cumplió cuatro años de prisión por asesinar en 1993 al joven antifascista Guillem Agulló. En FAS se encargaba de distribuir las armas, según la Guardia Civil. En las conversaciones inéditas a las que ha tenido acceso EL PAÍS, el neonazi que hoy tiene 43 años se ofrecía como suministrador de un “hierro” (pistola o revolver). Sugería revender puños americanos a “chiquillos”. Y aparece vinculado en agosto de 2005 a una batida humana en Villena (Alicante) donde un “punkarro asqueroso” recibió un “palizón”. Otra transcripción le relaciona con un robo.

La génesis de uno de los grupúsculos neonazis más activos de España hay que buscarla en un local de la Avenida Tres Cruces de Valencia. El Centro Thule se financió entre 2003 y 2005 con cuotas de 40 euros, acogió conferencias sobre armas de fuego y conciertos de música RAC (rock anticomunista). FAS sentía devoción por el grupo Batallón de Castigo. Su vocalista es el asesino confeso de un joven Eduardo Clavero.

Los neonazis valencianos eran jerárquicos aunque manejaban el Manual del resistente sin líder. Un documento que aconsejaba actuar como lobos solitarios y la creación de células como Al Qaeda.

La cúpula estaba pilotada por el curtidor de pieles de 44 años Juan Manuel Soria. Excandidato por Valencia de la neofascista Alianza Nacional (AN), Soria se encuentra en busca y captura por Interpol. No se ha presentado al juicio de Valencia. Su cuenta de Facebook se actualiza a diario desde Tánger, donde se presenta como asesor en comercio exterior. “Nos dijo hace un año que vivía tranquilo en Marruecos”, confiesa un conocido ultra valenciano, que sitúa a su camarada en el neoconservadurismo católico. Otro acusado ausente en el juicio ha sido Facundo Esteban, Escorpión, de 37 años. Un hombre de idéntico nombre, apellidos y edad se ofrece como contratista militar en Buenos Aires. Y asegura trabajar en la agencia de seguridad privada Tech Security SRL. “No puedo confirmar ni desmentirlo”, zanja un portavoz de esta firma bonaerense apelando a la protección de datos.

FAS está considerado el tercer grupo neonazi más activo tras Hammerskin y Blood and Honour. “Fue la organización autónoma más importante de España”, explica el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra. El abogado de su grupo fue escoltado esta semana por la Guardia Civil en la Ciudad de la Justicia de Valencia. Un seguidor de los acusados le llamó “hijo de puta” y “judío”.

Fuente:El País