Los años de crisis, con la merma en los presupuestos y la caída de récord en las plantillas, han hecho efecto en la sanidad pública, que empeora según el análisis que hace anualmente la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), una organización independiente que agrupa a profesionales relacionados con la sanidad. Su último informe, presentado este martes, muestra además cómo la brecha entre unos sistemas sanitarios y otros no deja de aumentar. Las diferencias entre comunidades autónomas son de 36 puntos sobre un máximo de 80.
País Vasco, Navarra y Aragón son las comunidades con mejores servicios sanitarios. Canarias, Valencia y Cataluña, las que están a la cola, según el informe Los servicios sanitarios de las comunidades autónomas, que emplea datos oficiales de Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para elaborar una clasificación que evalúa la posición relativa de cada autonomía con respecto a las demás.«La diferencia entre comunidades autónomas es claramente excesiva y sigue evidenciando una gran disparidad en los servicios sanitarios que va en aumento y pone en peligro la necesaria cohesión y equidad entre los territorios», señala el informe. La desigualdad en el acceso a la protección de la salud «vulneraría un derecho constitucional», añade el portavoz de la FADSP, Marciano Sánchez-Bayle.
Clasificación sanitaria en 2015
Comunidades con mejores servicios:
País Vasco: 80.
Navarra: 74.
Aragón: 71.
Asturias: 70.
Comunidades con servicios regulares:
Castilla y León: 64.
Cantabria: 63.
Galicia: 60.
La Rioja: 58.
Andalucía: 57.
Comunidades con servicios deficientes:
Madrid: 56.
Murcia: 56.
Baleares: 55.
Castilla-La Mancha: 55.
Extremadura: 55.
Comunidades con los peores servicios:
Cataluña: 48.
Valencia: 45.
Canarias: 44.
*La puntuación máxima posible es de 98; la mínima, 24.
El informe analiza parámetros como la financiación y los recursos (gasto per cápita, camas por 1.000 habitantes, profesionales sanitarios como médicos y enfermeros por 1.000 habitantes), política farmacéutica (gasto, porcentaje de gasto con respecto al año anterior y porcentaje de genéricos en ese gasto), la valoración de los ciudadanos recogida en la encuesta oficial Barómetro Sanitario, y privatización sanitaria. Para analizar este último criterio la FADSP emplea por ejemplo el porcentaje de gasto sanitario dedicado a contratación con centros privados.
Canarias y Valencia, las dos comunidades que salen peor paradas en la clasificación, han estado las últimas en los seis últimos años analizados por la FADSP, destaca el texto. Valencia es la última en 10 de los 12 años analizados. Los cinco primeros puestos en los últimos cinco años los ocupan las mismas autonomías, con cambios en las posiciones relativas.
Los cambios más llamativos son para esta asociación los de Cataluña, que retrocede cuatro puestos y ocupa el puesto número 15, cuando en 2009 llegó a estar en quinta posición. Extremadura, que estuvo la primera en 2009, retrocede dos posiciones, que se suman a las tres que ya retrocedió en 2014. Andalucía pierde tres puestos.
El Sistema Nacional de Salud (SNS) es uno, pero las comunidades, con las competencias en la gestión sanitaria, son las que deciden cuánto dinero destinan a sus hospitales y centros de salud. Las diferencias que señala la FADSP en su informe se corresponden con la brecha presupuestaria entre unas y otras. El esfuerzo económico del País Vasco es casi un 50% superior al de Andalucía, por ejemplo.
El gasto sanitario público difiere hasta en 500 euros al año por habitante, según un informe publicado el año pasado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que ofrece cifras de 2013. El País Vasco, con 1.549 euros por habitante y año, es la comunidad que más aporta. Le sigue, con 1.423 euros, Asturias, y Murcia, con 1.417. En cambio, Andalucía es la región que menos dinero destina a la sanidad pública, con 1.044 euros por habitante. Le sigue la Comunidad Valenciana, con 1.109, y Madrid, con 1.140 euros.