La encargada de la represión de la Primavera Valenciana ha dimitido

 

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León (PP), dejará su cargo así como la política activa para pasar al ámbito privado por razones «estrictamente personales», según han confirmado a Europa Press fuentes de su entorno. La representante del Ejecutivo central en la autonomía ha decidido dejar sus funciones públicas para ejercer como letrada en un despacho de abogados.

paulaNo obstante, aún no se ha concretado cuándo se hará efectiva la decisión, teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones europeas del 25 de mayo. Según publica este martes Levante-EMV, la marcha de la delegada, que lleva meditada desde hace tiempo, se producirá una vez celebrados los comicios.

Sánchez de León concluye así una etapa pública en política que arrancó en 1997 cuando ocupó el puesto de directora del Gabinete de la Consejería de Cultura, Educación y Ciencia, donde permanecería hasta febrero de 1997. Posteriormente, pasó a la Consejería de Bienestar Social y, seguidamente, llegó a las Cortes Valencianas, como responsable de gabinete entre julio de 1999 y junio de 2003.

En julio de ese año, fue nombrada asesora del presidente de la Generalitat Valenciana y desde ahí fue subiendo en el escalafón. Así, fue secretaría autonómica de Relaciones con el Estado y Comunicación; secretaría autonómica de Cohesión Social y, más tarde consejera de Justicia y Administraciones Públicas en septiembre de 2008.

En agosto de 2009, de la mano de Francisco Camps, se convirtió en la portavoz del Consell, y en julio de 2010, en directora de campaña del Partido Popular. En diciembre de 2011 se anunció su nombramiento como delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, ya con Alberto Fabra al frente del ejecutivo autonómico.

Primavera Valenciana

En el periodo como Delegada del Gobierno se produjo el que sería su episodio más polémico con las cargas policiales contra los estudiantes que protagonizaron la conocida como ‘Primavera Valenciana’ y que se produjeron en febrero de 2012. Las jornadas de protesta que empezaron dicho mes estuvieran protagonizadas inicialmente por los estudiantes del instituto Lluís Vives, situado en el centro de Valencia, pero tras semanas de protestas un carga policial contagió la solidaridad estudiantil que se sumaron a las manifestaciones en las calles del centro de la ciudad, dándose una escalada de cargas policiales.

De estas cuatro jornadas quedó la imagen de las cargas de antidisturbios, y el sonido de la comparecencia de Sánchez de León junto al jefe superior de Policía de Valencia, Antonio Moreno, quien calificó a los estudiantes como «el enemigo». El resultado: 41 jóvenes detenidos (8 menores) y numerosos heridos por golpes de la policía, y el jefe de la Policía ascendido a comisario principal tres meses después.

Fuente: eldiario.es