Más allá de los análisis sobre avances, retrocesos o descalabros del 21-D, hay una evidencia que las fuerzas políticas no deberían obviar: el triple mensaje que las urnas han lanzado tanto a tirios como a troyanos. El primero es para el PP y sus acompañantes en la torticera interpretación y aplicación del 155.
No ha servido para nada. El independentismo resiste, demostrando que el problema no se resuelve con jueces ni policías. El Gobierno y las demás fuerzas políticas están obligados a dialogar y a ofertar un proyecto constitucional en el que Cataluña y los demás entes territoriales se encuentren cómodos como integrantes de un marco común de convivencia y colaboración solidaria. La práctica del dontancredismo político y del espléndido autismo de Rajoy se ha venido abajo.
Los autodenominados constitucionales deben asumir que al final no cabe la resistencia sin proyecto alternativo. El independentismo, cara al futuro más inmediato, debe ser consciente de que la vía unilateral no cuenta con el apoyo suficiente, ni antes ni tampoco ahora. Sus legítimas aspiraciones no pueden manifestarse con un discurso y unas propuestas descabelladas, irrealizables en el actual marco español y de la UE.
El humo vendido debe ser sustituido por un proyecto que pueda conducir a una negociación acerca del modelo de integración, o de separación en su caso. No se puede emocionar a las masas con proyectos sin el respaldo suficiente y sin un verdadero modelo alternativo. Es difícil articular una tercera vía; sobre todo cuando el conflicto se polariza radicalmente.
Pero la dificultad inicial se torna en incomprensión cuando la propuesta que pretende superar los dos antagonismos carece de unidad. Una tercera vía no es la exhibición de un eclecticismo titubeante. Necesita, además de suplir las carencias antes apuntadas, un perfil inequívocamente alternativo y diferenciado de ambos antagonistas. En Común Podem debe instalarse, a mi juicio, en una alternativa clara, inequívoca y muy a ras de tierra.
Sin ser comunista, creo que el Sr. Anguita ha hecho una reflexion bastante cuerda y madura. La verdad es que los politicos españoles, y se puede generalizar, parece que estan en Babia, dicen y toman decisiones sin pensar en sus consecuencias, la verdad es que sus emolumentos no se corresponde con sus capacidades.
Feliz año nuevo, salud y republica.